viernes, 3 de noviembre de 2017

SUBIDA AL MAL LLAMADO 'MONASTERIO' DE PETRA



Jordania guarda infinidad de tesoros. El más conocido mundialmente es Petra, antigua capital de los 'nabateos', un pueblo del que desconocemos casi todo. Anteriormente la Biblia nos dice que por aquella tierra se localizaba el país de 'Edom'. Los edomitas y los israelitas nunca se han llevado bien a lo largo de su historia.


La semana pasada estuve en Petra y me decidí a subir a lo que llaman 'El Monasterio'. Es otra hermosa y soberbia tumba, del mismo estilo que la popularmente famosa del 'Tesoro', situada al final del 'Shiq' que conduce al corazón de la ciudad. 





Tras dejar atrás la fachada del Tesoro me dirigí a la Basílica bizantina. Sorprende cómo hay acceso libre a mosaicos del siglo V y VI, protegidos solo por una carpa. Es una Iglesia soberbia, destruida por terremoto del siglo VIII. 

Las figuras son sorprendentes: encontramos animales de la zona, una señorita con pecho desnudo que representa la cosecha del verano.





Por fin, a los pies de uno de los dos laterales de mosaicos de la Iglesia, el símbolo cristiano por excelencia en el oriente cristiano antiguo, la crátera con los pavos reales. Imagen que se repite ¡hasta en las basílicas paleocristianas de Menorca! hay que seguirle la pista


Seguimos el camino con presura. Antes pasamos por la fachada de lo que queda de un enorme Templo. Subimos las escaleras hasta llegar al gran patio que albergaba a los creyentes.



Queremos subir al 'Monasterio', como dicen las guías, aunque ni es monasterio, ni lo fue, ni hubo monjes ni los hay. Pero la fachada y el esfuerzo lo merecen.



Escaleras empinadas, 
tramo llano; 
escaleras 
que zizaguean; 
¡vamos, ánimo!





turistas con burros que te adelantan: 'nosotros subimos sin ayuda de los burros!




Arriba se ven las tiendas de los beduinos; cuando llegamos ¡es un pequeño bar hasta con fruta por si queremos sentarnos a descansar! Seguimos...




Por fin, el premio. ¡Tras cuarenta y cinco minutos, hemos llegado!


¿Se lo creerán o no?

¡Hay que hacerse una foto!

Estamos cargando pilas, de nuevo, para este verano. ¿Te apuntas? Si te apetece y tienes un hueco en tu agenda, escríbenos:
viajesatierrasanta@hotmail.com

PETRA, LA CIUDAD SOÑADA


Hay ciudades que forman parte de nuestros ensueños. Desde jóvenes las hemos visto con los ojos del corazón y de la imaginación. La literatura ha venido a nuestra ayuda: ciudades malditas, escondidas en lugares inhóspitos,
ciudades de leyendas guardadas por indígenas celosos de sus tesoros.

PETRA forma parte de este elenco de lugares donde todos queremos ir. Tuvo que aparecer un explorador alemán, Johann Ludwig Burckhardt, sin tierra, ni religión, ni cultura evidente y agresiva que le delatara, cuando en 1809 dio la noticia en la vieja Europa: 'señores, me parece que he encontrado Petra'. Burckhardt tuvo que aprender árabe con corrección, hacerse musulmán, y frecuentar los beduinos de la zona hasta que consiguió que le permitieran adentrarse por unas gargantas que nunca occidental alguno había transitado desde hacía más de quince siglos. Los beduinos guardaban celosamente la entrada de PETRA como se guarda lo importante, lo necesario, lo propio, lo que no se puede exponer a la vista del mundo.

PETRA es ciudad deseada por los turistas consumidores de los 'top ten' que no se puede perder nadie viajado; Petra es lugar de llegada de los peregrinos de las tierras bíblicas, pues es en la tierra de Edom/Idumea, patria natal de la familia de los Herodes.
Petra es la ciudad rosa que los estetas buscan para completar su siempre inacabada paleta de colores; Petra es la ciudad que sabe a Oriente y que llama a los buscadores de olores, de imágenes, de formas ajenas y lejanas al mediterráneo.



Petra es la ciudad donde todos, alguna vez, hemos soñado con estar. Acabamos de volver de Petra y sólo podemos decir... ¡Hasta la próxima! Volveremos, si Dios quiere, a adentrarnos por el cañón que conduce al Siq y al tesoro; volveremos a tocar la dureza de la piedra de Edom y a dejarnos iluminar por los colores de la madre naturaleza.
 ¿Os animáis? Nosotros, ya estamos tomando nota de todos los que soñáis con Petra.


 Pedro Ignacio Fraile Yécora, Agosto 2013